Posted by Paul Raven
On sábado, 2 de mayo de 2009
-I-
Las desgracias nunca
llegan solas, estas, son acompañadas de dolores horrendos y severos
traumas que confunden al desgraciado y lo transportan hasta el punto
mas bajo de la tristeza.
Las emociones se funden;
Las mas viles toman el control de las melosas, las desprecian y las
menosprecian, mas tarde las desangran. Y en esta sufrida ruptura
nacen los sueños mas descabellados, nace la locura alimentándose de
la irrealidad, bebiendo la sangre muerta del deseo. Ironía
por todas partes.
Ironía que infecta y
afecta la mente convirtiéndola en un desquiciante desorden. El caos
abrazándonos..............
El caos impera en el
reino del dolor sometiendo a una depresión constante y sangrante;
dando vida de esta manera al espíritu mas sádico del odio: El odio
hacia la racionalidad y el sentido común; es decir, el odio hacia
uno mismo.
-II-
Sumiso en este repulsivo
estado me encontré en un momento. Si es de día o de noche no lo se,
no seria capaz de reconocer al mundo aunque este estuviera bajo mis
pies. Aunque supongo que ahí debe estar.
He perdido el sentido de
la razón; no veo ni oigo nada. En un instante inverosímil han
desaparecido todas las cosas que fundamentan el sentido de la
normalidad. No veo; sin embargo, percibo imágenes en mi mente, no se
si existen en realidad pero ahí están. Parezco victima de un sueño
y estoy despierto. Creo...
Perplejo a causa de la
sucesión de los hechos camino de un lado a otro sin saber donde
estoy ni a donde voy, pero no
me desplazo por mi propia voluntad.
No puedo mover los ojos
ni ver nada; tengo las retinas congeladas en un punto fijo de las
habitaciones que me muestran esas imágenes
confusas.
El punto G de la locura
en lo alto de la habitación del dolor.
Mirando sin ver nada.
Esas imágenes no solo
son visuales, también oigo sin escuchar, débiles susurros que
chillan aturdidores desde el interior de mi cabeza, como si dentro de
ella habitaran seres extraños que intentan decirme algo...
Los gritos me enfurecen;
paranoiqueo en un intenso caos de dolor y sombras... los gritos, la
furia, el caos, el dolor y las sombras ¡ Maldición! ¡Las sombras!
Soy esclavo del dolor que
me atormenta: un oscuro y extraño poder que ha violado mi cuerpo
como al de una prostituta usando como único medio la violencia y el
desgarramiento mental. Es una locura... o, quizás, el final de ella.
Comienzo a tener nauseas
y una asquerosa presión en el cuello. Los síntomas del final de la
locura. Mis pies flotando en el vacío agitándome en la
desesperación de no estar sujeto a nada, excepto a ese intenso dolor
que me punza en la garganta haciéndome creer que de un momento a
otro va a extirparme la cabeza de mi cuerpo con extrema violencia.
El final de la locura
nace en la ansiedad del mas oscuro de todos los sueños; el mágico
sueño de la muerte. Soy testigo de mi suerte y confieso mis pecados
aceptando mi castigo. Las desgracias nunca llegan solas,
estas, son acompañadas de dolores horrendos y severos traumas que
confunden al desgraciado y lo transportan hasta el punto mas bajo de
la tristeza. Las desgracias nunca llegan solas... Vienen de a
montones...
Continúan
las nauseas y la presión, ahora se le suma una especie de mareo por
asi decirlo. Intento dejar de respirar pero no poseo valor como para
lograrlo. Poco a poco se me comprime la garganta junto con mis
ilusiones. La cabeza me arde en calor sanguíneo y los ojos se me
nublan por las lagrimas, intente cerrarlos y lo logre. Ya ni siquiera
percibo las imágenes mentales... no veo mas nada, no recuerdo mas
nada, aunque lo
imagino..............................................................
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